Internet es la primera infraestructura tecnológica con esta capacidad evolutiva que el ser humano ha creado. Su origen militar permitió la creación de un protocolo, el TCP/IP, con capacidades para que los ordenadores pudieran mantener la comunicación en caso de ataque nuclear. Durante los años 70 Internet fue una infraestructura universitaria, y en los años 90 su aplicación comercial permitió “destruir distancias”, la creación de páginas web, o la aparición de e-commerce (el carrito de compra). En esta época se produce la patente de “buy with one-click” y se populariza el concepto de e-business.
En la primera década del siglo XXI Internet se ha consolidado en una plataforma de software y servicios (Cloud Computing) creando, a nivel comercial gigantes tecnológicos. Desde 2007 Apple cambia las reglas de juego, lanzando el iPhone, es decir que el acceso principal a esta nueva infraestructura de aplicaciones, servicios y contenidos es el terminal móvil. La industria americana de software ha ido comprando empresas de telecomunicaciones móviles (norteamericanas y europeas) por sus patentes y para resolver problemas de integración en este campo. En la segunda década del siglo XXI, Internet es una red que conecta miles de millones de personas.
Las empresas de momento se defienden. La capacidad de saber modelar negocios y desarrollar algoritmos predictivos serán fuentes de ventaja en esta segunda década del siglo. Un reciente informe de McKinsey en 2013 refleja la necesidad de formar expertos en dar sentido o modelar las ingentes cifras de datos que se mueven por la red: se precisan 190.000 científicos de datos. El mismo informe interpela a la función directiva: más de 1,5 millones de directivos tendrán que formarse en este nuevo conocimiento.
Las empresas no tratan de analizar el pasado, sino comprender la formación de procesos sociales en tiempo real y predecir patrones. Será posible entonces crear nuevos modelos de negocio, analizando el pasado y sintetizando patrones. Los datos y su gestión se convierten en fuentes de innovación y en nuevas oportunidades de negocio. Obama en 2012 utilizó algoritmos basados en “big data” para identificar y realizar campañas específicas a la población de Ohio y Florida.
En Junio de 2013 el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE se pronunció sobre el alcance del derecho al olvido en Internet. Según el dictamen, el buscador de Internet no tiene obligación de borrar contenido a petición de un usuario lo que reaviva el debate sobre cuáles son los límites de la privacidad en internet. Así, se ha creado un nuevo cambio de moneda: en vez de dinero, los “datos de los usuarios” ¿Cuáles son nuestros derechos con respecto al uso que se haga de ellos? Los grandes retos del futuro serán en cómo hacer evolucionar las instituciones en la época de Internet.
La nueva transformación de Internet, lo que denominamos “big data”, afectará a la creación de nuevas profesiones, requerirá el desarrollo de nuevas capacidades empresariales y la aparición de nuevos modelos de negocio.
Sin duda será una fuente de riqueza, siempre que la creación empresarial sea más rápida que la destrucción de sectores existentes.
OPINIÓN PERSONAL
Internet es una herramienta muy útil, a través de la cual se puede buscar información, mantener contacto con amigos, realizar compras, elaborar trabajos... La evolución de esta herramienta a lo largo del tiempo ha sido muy grande, y cada vez Internet se introduce más en nuestras vidas diariamente, llegando a ser un área de difusión masiva, donde casi todos los países del mundo, están interconectados, y donde las noticias, vuelan. Sin embargo, también se debe tener en cuenta todos los peligros a los que nos exponemos cuando utilizamos internet, pues nuestra privacidad no es tan privada si nos paramos a pensarlo: las empresas hacen uso de nuestros datos a cambio de su servicio gratuito.
Noticia extraída del periódico El País
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